Alfredo Holguín M.

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Hola. Soy un colombiano que trabaja a diario por la construcción del horizonte de la esperanza. En este blog quiero compartir mis elaboraciones sobre temas de análisis político que son producto de muchos años de estudio, discución y lucha.

sábado, 3 de abril de 2010

BALANCE ELECTORAL: FÁBULA O APORÍA
-Acerca de las elecciones parlamentarias en Colombia del 14 de marzo de 2010-

«Los cuentos no deberían ser para hacer dormir a los niños,
sino para despertar a los adultos »
Francois Valley

Los pitonisos del pasado con facilidad y frecuencia opinan ex post facto, acomodando sus análisis a los resultados. Es decir, no se equivocan. Otros hacen caso omiso de la realidad, haciéndose los de la vista gorda con sus fallidos pronósticos. Como si nada hubiese sucedido, rápidamente inician sus nuevas especulaciones; es decir, no se inmutan. Y otros, cuando sus deseos encuentran dificultades se declaran optimistas, para luego, y según el sol del día declararse pesimistas. Su pesimismo u optimismo lo acentúan al vaivén de lo que bonachonamente han de pronosticar y recetar, cual meteorólogos del «alma». De fácil uso, la dupla optimismo-pesimismo se convierte en aspirina que calza en todos los «estados de ánimo» de la gente. Es decir, estos tampoco se equivocan.

Claro, de los analistas y comentaristas del establecimiento, se puede esperar este tipo de comportamiento; al fin y al cabo es su oficio. Pero lo que sí es lamentable es que desde la izquierda informada y comprometida con ideales y proyectos serios, como el PDA, nos quedemos sumergidos en ese lodazal movedizo, sin capacidad para discernir entre la hojarasca y los ejes centrales de la problemática.

Si leemos las aporías de Zenón –p. e. Aquiles y la Tortuga- como si fueran las fábulas de Esopo, vamos a inferir, equivocadamente, una moraleja y concluir que «los lentos y seguros llegan más lejos». Pero, si por el contrario leemos la aporía como un enunciado que expresa una inviabilidad en el orden racional, en lugar de llegar a una moraleja, llegaremos a la conclusión de que hay un problema mal planteado. Lo más enriquecedor allí, es que en lugar de moralina, identificamos los problemas. Antes de tratar de resolverlo de manera improvisada, lo más sensato es acercamos a un planteamiento adecuado de las preguntas fundamentales.

Precisamente, lo que se advierte en montones de páginas, es que existe una desconexión entre las causas contextuales de determinado aspecto, el análisis de sus resultados, las acciones para superar la anomalías y las perspectivas. Veamos algunos rasgos de este comportamiento:

-Culpar a las circunstancias. Se volvió lugar común entre cierta izquierda, siempre buscar culpables de resultados y justificar las situaciones adversas. Cuando obtenemos resultados alentadores, el entusiasmo nos lleva a sobredimensionar nuestras capacidades, dejando de lado la necesidad de observar los aspectos en los cuales debemos centrar nuestra atención, pero cuando los resultados son adversos, utilizamos de manera manida y vaciada la palabra autocrítica para pasar rápidamente a justificarnos, colocando el grueso de la responsabilidad fuera de nosotros y culpando a las circunstancias, sospechando de lo insospechable. Ya es hora de tener el valor de reconocer que no todas nuestras falencias son responsabilidad de nuestros enemigos, de lo contrario, seremos incapaces de hacernos una autocrítica seria y desde luego dar pasos adelante.

-El exceso de liberalismo contradice nuestras aspiraciones. Sin desconocer que el PDA es una espiral relativamente nueva de los procesos unitarios de la izquierda, debemos decir que la inmensa mayoría de sus componentes ya tenemos edad suficiente para comprender que el parlamentarismo y las prácticas individualistas han de sernos ajenas. No podemos continuar con la práctica donde cada candidato es una mónada auto-referente, cuya ligazón formal es el Ideario de Unidad. Es una aporía, vestirse de izquierdas gritando que otro mundo es posible, pero con actuaciones abiertamente liberales. Es un contrasentido tener una amplia base comprometida del proyecto PDA, mientras un puñado de dirigentes sólo ven el PDA como una sombrilla pasajera para esquivar la tempestad. Por fortuna existen agrupaciones y dirigentes que le apuestan más a la suerte colectiva que a sus mezquinas ilusiones liberales; a aquellos y a su entorno, el sol les alumbra mejor a su espalda.

-Uvas verdes y el reconocimiento de las decisiones colectivas. Bien decía John Locke en su Carta sobre la Tolerancia que «toda iglesia es ortodoxa frente a sí misma, pero a la vez herética frente a las otras». Es inaceptable la falta de madurez de la dirigencia política para asumir con altura las decisiones colectivas, que al fin y al cabo son el eje de la dirección democrática. Y el problema nos atraviesa a todos y a todas, partiendo del maestro Gaviria, de quien hemos aprendido tanto, que al aceptar a regañadientes los resultados de la consulta interna, envió un mal mensaje a militancia y simpatizantes. ÉL hubiese hecho mucho más contribuyendo a la formación de Petro y ensanchando el horizonte del Polo. Pero, peor aún es la actuación de agrupaciones que ni siquiera esgrimimos asuntos de forma, sino que de manera socarrona, nos hicimos los locos e hicimos una ‘campaña compartimiento’, aislada del contexto general, sin importarnos la suerte colectiva, es decir, las presidenciales. Basta hacer una rápida mirada a las páginas Web de la diversas agrupaciones; salvo contadas excepciones, las agrupaciones o candidatos que apoyaron a Carlos Gaviria invisibilizaron a Petro o lo colocaron en sus afiches de manera microscópica; es decir, por guardar la apariencia. Seguramente, de haber favorecido la consulta al maestro Gaviria, algunos seguidores de Petro hubiesen actuado igual.
Sin desconocer que somos naturaleza moldeada en sentimientos, nuestra razón de ser son los ideales políticos y nuestra responsabilidad ético-política está por encima de caprichos o sentimientos, personales o de grupo; de lo contrario, enviaremos un mal mensaje y seguiremos nuestra marcha, haciéndonos los pendejos, justificando nuestras tristes actuaciones, y diciéndoles a los trabajadores que las uvas están verdes.

-La tempestad y el sol del fetichismo jurídico. Es claro que se ha consolidado la derecha colombiana. Podemos volver a invocar el justo pero manido argumento de la abstención; podemos justamente denunciar las anomalías, como debe ser; que los resultados de la derecha son producto del crimen y de la corrupción generalizada; pero, el problema es que nosotros, ni somos columnistas de oficio, ni somos una ONG, somos un partido de izquierda en construcción.
La verdad monda y lironda, si sacáramos al PDA y a una pequeña parte de la agrupación coyuntural Partido Verde y el liberalismo, es que el variopinto mundo de la derecha colombiana se ha apuntado más del 75% del parlamento, pero con dos agravantes para la lucha venidera: a) el establecimiento logró una parcial pasteurización, pues las cualidades de producto quedaron mejoradas, cuidándose que los para-organismos más visibles pasaran a los denominados partidos cloacas, y b) queda en el ambiente –nacional e internacional-, que a pesar de todos los males estamos frente a un legítimo juego democrático.

Lo más grave del asunto, es que así como el trabajo alienado es el principal instrumento de dominación hacia los trabajadores, a ello hay que agregarle el fetichismo jurídico. Utilizar las herramientas de la burguesía y colocarlas en un lugar de privilegio, es un claro indicador de que no sólo estamos en una etapa defensiva de la lucha, sino que mutamos de tal manera, que antes marchábamos y luego utilizábamos la lucha jurídica, ahora tenemos cientos de frentes de lucha jurídica, para ver si algún contingente «espontáneo» nos acompaña con lucha callejera. Lo anterior nos indica, sin desconocer las enseñanzas de la utilización de la lucha jurídica, que hoy se vive una especie extrapolación de los niveles de lucha, llevando a algunos de nuestros voceros a cultivar la ilusión que con mínimos proyectos de ley se va a incomodar al sistema. Claro está, un conflicto altamente degradado y una lectura miope -de sectores de la izquierda- de la realidad, conducen a buscar la reparación antes de haber terminado el mismo conflicto, lo que claramente indica que de no cerrarse ese capítulo, difícilmente podremos tener cabeza para conquistar un escenario para las grandes transformaciones. No es justo que un partido de izquierda con tanto porvenir, pierda tiempo defendiendo el parlamento, apelando a los tribunales internacionales como gran solución y discutiendo quién es mejor o peor: el procurador o el registrador.

-Hay vida y lucha después de las elecciones. De nada sirve si seguimos haciendo como PDA lo que criticamos; es decir, si nos contentamos con ser comentaristas y ejerciendo la denuncia –que, de paso, habla bien de las ONG decentes que son muchas-.
Termino este comentario haciendo estas sugerencias:
  1. Levantar la imagen del PDA como el único sector organizado –desde adentro del sistema- que lucha por los intereses de los trabajadores; como la reserva ética donde tienen cabida los y las colombianas que votan conscientemente, además de ser la síntesis más importante del pueblo colombiano en más de 80 años de lucha. No podemos perder de vista que, a pesar de nuestras falencias, no somos un grupo coyuntural que emerge sólo para unas elecciones, sino que tenemos perspectivas de poder y no sólo vocación de administradores del modelo. Quizás, la urgencia de la coyuntura nos obligue a actuar siguiendo a los hechos –alguna alianza pasajera-, pero ello no nos debe hacer caer en el error de desdibujar el proyecto, cometiendo la irresponsabilidad de dejar a los trabajadores sin un instrumento para la lucha política. Está demostrado, los garzones pasan –desde luego, hacen daño- pero el proyecto continúa, pues el ideario de unidad no es una camisa de poner y quitar según la corraleja, es el germen de un programa transformador.
  2. Cerrar filas alrededor de la candidatura presidencial del PDA, donde recojamos e integremos en un único esfuerzo la capacidad de trabajo que cada uno de nosotros hizo para sacar adelante la candidatura de su grupo o sector. Colocar en práctica el trabajo de base, municipio por municipio, que le dio a Petro resultados positivos en la consulta interna. Colocar toda la infraestructura popular al servicio de la candidatura del PDA tal como lo hicimos cuando derrotamos el referendo uribista –oct. 2003- y, desde luego, sacar a relucir la capacidad de cientos de militantes. Unamos la inteligencia de Gaviria con la lección de alta política de Navarro, quien maduramente se puso la camiseta de su adversario interno.
  3. En la medida en que casi todos somos de cultura judeo-cristiana, deberíamos hacer una introspección como militantes de izquierda y auto-examinarnos hasta dónde nuestras actuaciones hacen más parte del individualismo liberal y de la terrible sociedad de consumo, por más que nos justifiquemos. Yo no puedo ser dirigente sindical sólo pensando en el fetiche parlamentario, yo no puedo «hacer carrera política» para salvar mi suerte a nombre de nobles ideales, yo no puedo socializar mis errores y privatizar mis logros, pero de ninguna manera –parafraseando a E. Zuleta- puedo juzgar a los demás por sus resultados, pero a mí mismo por mis pretensiones.
  4. Tenemos importantes herramientas políticas que han contribuido a generar momentos de crisis –por las alturas– del establecimiento, pero hemos descuidado de manera imperdonable la organización del PDA en sus estructuras de base. Hemos tenido alumbramientos en luchas políticas centrales como la denuncia contra el paramilitarismo, los TLC y luchas puntuales de los indígenas, trabajadores y estudiantes; sin embargo, si bien esas luchas hacen parte de los acumulados colectivos, no los hemos podido asimilar orgánicamente. Son esas construcciones sociales las que nos pueden garantizar empujar la crisis hacia la base de la pirámide y allí sí dar saltos cualitativos, lo demás es ilusión.
  5. Es necesario colocar en el escenario de la lucha política la pertinencia de una Asamblea Nacional Constituyente. Si bien es cierto que hay que defender los aspectos positivos de la Constitución del 91, no podemos perder de vista que éstos han sido en buena medida vaciados de contenido y la actual correlación de fuerzas seguramente permitirá más contra-reformas. Hay que dar el salto para volver a dar relevancia a los grandes problemas, donde las batallas nos obligarán a niveles más cualificados de la lucha e, incluso, en tener que ir más allá del intercambio humanitario, lo que necesitamos es un escenario para ventilar los ejes que permitan avanzar –sin instrumentalización del asunto de la Paz- a una solución política negociada. De lo contrario, podemos correr el riesgo de convertirnos en parte del paisaje, y en mera justificación de quienes ejercen el poder.

El cuentero Francois Valleys dice bellamente que «los cuentos no deberían ser para hacer dormir a los niños, sino para despertar a los adultos». En nuestro contexto, y con la responsabilidad que nos corresponde, deberíamos hacer esfuerzos por analizar la realidad más como una aporía, o de lo contrario seguiremos de moraleja en moraleja hasta marchitar la esperanza. Siempre es bueno recordar que es mejor ser dirigente por encargo social que por aspiración personal, y la buena lectura de Esopo y Zenón, ha de servirnos, como nos lo ha repetido el maestro Gaviria, para ser políticos en el sentido de Platón.

Alfredo Holguín M.
Militante del PCC (PDA)
Miembro de la Fundación Walter Benjamin
http://www.alfredoholguin.blogspot.com/
Tynset, Noruega. Marzo 28/2010.

1 comentario:

  1. CARTA ABIERTA
    Construyamos un Estado de Nuevo Tipo para que haya Paz con Justicia Social
    Por Athemay Sterling
    Como demócrata y hombre civilista, abogado defensor de Derechos Humanos, profesor universitario, Director del CPDH-Valle y del Grupo de Investigación Palenque de las Universidades Santiago de Cali, Unilibre y la Corporación Derecho Preventivo & Derechos Humanos convoco a todas y todos los colombianos residenciados en el territorio nacional y en el exterior a votar por GUSTAVO PETRO Candidato Presidencial del PDA.
    A mis alumnas y ex alumnos a conformar grupos de apoyo para que en homenaje al Bicentenario de la Primera Independencia podamos acceder a la Presidencia de la República con GUSTAVO PETRO, y junto con Él logremos la solución política al actual conflicto social y armado colombiano , en un acuerdo negociado con la insurgencia que es una realidad, como lo dijo el militar Moncayo recientemente liberado por las Farc-EP, se retiren las bases militares yanquis que vulneran nuestra soberanía nacional, se fortalezca la inversión social y se creen las bases materiales para una nueva patria con serios y profundos cambios económicos, políticos, sociales, ecológicos y culturales, y se des - paramilitarice la nación y se edifique un Estado de Nuevo Tipo donde los derechos se puedan ejercer en la realidad y no se queden en la mera formalidad.
    Construyamos un Estado de Nuevo Tipo para que haya Paz con Justicia Social
    Todo por la Paz con Justicia Social
    Athemay Sterling
    Pre Candidato Gobernación Valle del Cauca
    www.athemaysterling.org www.grupopalenque.org
    http://www.facebook.com/GustavoPetroUrrego?utm_source=streamsend&utm_medium=email&utm_content=9851901&utm_campaign=Por+un+cambio+seguro#!/pages/TODO-POR-LA-PAZ-CON-JUSTICIA-SOCIAL/378753566808?ref=ts


    Construyamos un Estado de Nuevo Tipo para que haya Paz con Justicia Social
    Athemay Sterling Precandidato Gobernador Valle del Cauca

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