Cuidar la unidad:
Responsabilidad ética de los comunistas
A propósito de la consulta interna del PDA
Las causas de la derrota del maestro Gaviria
1. Debemos reconocer que uno de los principales errores cometidos en el II Congreso, es que en materia de táctica electoral se impuso una línea sectaria ajena a las líneas principales del Ideario de Unidad y particularmente ajena a la tradición del PCC. Trabajar por una amplia coalición democrática para enfrentar al régimen sin desdibujar el carácter de izquierda del PDA, la lucha por la solución política negociada, lucha frontal contra el modelo neoliberal y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente[1], constituyeron importantes temas en el periodo anterior que se han discutido y en algunos aspectos se han agitado como tareas propias del PDA. Con la imposición de decisiones sectarias como la decisión de hacer alianzas sólo después de la segunda vuelta presidencial, se rompe el espíritu de consensuar al máximo las diferencias.
Es obvio y de sentido común que después de la segunda vuelta lo único que puede hacer son adhesiones, quedando, en ese mismo paso, sin piso el argumento de discutir aspectos programáticos en la segunda vuelta. Tener candidato propio no reñía con explorar los imprevisibles momentos políticos venideros, pues las direcciones han de tener la facultad discutir en su momento temas de esta naturaleza, desde luego apelando a la democracia interna para tomar las decisiones pertinentes.
El resultado es que el maestro Carlos Gaviria –ver sus últimos discursos- terminó enviando el mensaje de una política de coalición amplia para enfrentar a Uribe, pero ya era tarde, estábamos prisioneros de una decisión insensata y no alcanzó el tiempo. Gustavo Petro había abanderado durante toda la campaña la idea tener la llave para organizar un frente antiuribista. El PCC no examinó a fondo el significado de tal decisión y frente a la pregunta de ¿qué era lo más conveniente?, se improvisó y primó de nuevo la superficialidad, como ya había sucedido en temas como el cambio de Secretario General del PDA, que obedeció más a caprichos y a cálculos, también sectarios, que enviaron un mal mensaje.
2. El uso instrumental del tema de la paz no ha permitido al PDA desarrollar iniciativas unitarias. No es coherente que un movimiento compuesto en sus mayoría por sobrevivientes del terrorismo de Estado, no haya podido materializar ni agitar iniciativas que apunten a la solución política negociada, quedando un asunto tan central en manos la senadora Piedad Córdoba del Partido Liberal, quien ha desarrollado una importante labor con dirigentes del Polo. Dentro del PDA, algunos nos limitamos al aspecto lateral del Acuerdo Humanitario y en general la dinámica de la discusión nos la colocaron los medios de comunicación de la derecha uribista. Los dirigentes y tendencias del Polo quedamos en una discusión sobre quién y cómo nos diferenciábamos mejor de las FARC, según el acontecimiento y según el interés. No se captó que un gran porcentaje de la población – a pesar del embrujo autoritario- opta por una solución política al conflicto. En este sentido sólo basta recordar la cadena de errores que se cometieron alrededor de las marchas del 4 de febrero[2]. Hubo cuatro orientaciones, entre ellas la de quedarse en la casa –PCC-, y claro ello tiene su costo.
3. En el PDA ha ido ganando fuerza el parlamentarismo, aspecto que desdibuja el carácter de oposición. En el II Congreso la discusión propositiva para la lucha por las transformaciones fue opacada por las reuniones de compromisarios, primaron discusiones personalizadas, relegando los aportes del proceso preparatorio y de las comisiones del Congreso como mero ejercicio justificador de decisiones por arriba. La idea de construir un gabinete alterno para organizar la oposición con vocación de ser gobierno se dejó de lado y cada vez más hubo un extrañamiento de las organizaciones sociales emergentes en cuanto a su pertenecía al PDA. Quedó en el papel la construcción orgánica del PDA desde abajo y en esto el PCC, el MOIR, la ANAPO y otras expresiones que acompañamos al maestro Gaviria, tenemos grandes responsabilidades; por el contrario, la idea de la corriente de Petro es abiertamente parlamentarista, conciben la organización de otra manera y por los resultados se observa que no sólo proclaman la idea, sino que la están llevando a cabo. Es claro que el trabajo parlamentario con visiones tan diferentes como las de Robledo y Petro da resultados cuando se trabaja alrededor de temas específicos y con la gente. No hay duda que temas como la denuncia de la parapolítica, el TLC, el agro, entre otros arrojan resultados electorales, por eso las altas votaciones en el pasado reciente de Robledo y la manera como arrasó Petro en la Costa Atlántica como resultado de su trabajo frente al paramilitarismo.
4. Al maestro Carlos Gaviria y a quienes lo acompañamos, nos cobraron además de lo anterior las improvisaciones en temas como las relaciones internacionales y los problemas de clientelismo en Bogotá. En primer lugar es importante para nosotros señalar, las irregularidades en el manejo de las relaciones con los procesos políticos en Ecuador y principalmente de Venezuela. Pasamos hace apenas unos años de competir a cerca de quién era más chavista, a hoy donde la competencia es quién se diferencia mejor. En esto Petro ha ido de extremo a extremo, el maestro Gaviria siempre se ha caracterizado por ser prudente y otros sectores hemos evolucionado de ver con desconfianza al militar disfrazado de político populista hasta reconocerlo actualmente como un líder carismático de la izquierda. Sin embargo, en medio de esto, la astucia –que limita con el oportunismo- de Petro de desmarcarse le dio réditos, al tiempo que la visita –léase pantallazo- inoportuna a Caracas de Dussan –que también limita con el oportunismo- dejó el mensaje equívoco en el sentido que el sector de Gaviria es chavista[3], a ello hay que sumarle como efecto de la visita las declaraciones en Aló Presidente[4] y el uso desmedido que le dio la prensa burguesa. En segundo lugar, el método de hacer las discusiones en los micrófonos y no en el interior del PDA tal como sucedió con el tema del clientelismo en la alcaldía de Bogotá[5], afecto paradójicamente al maestro Gaviria quién ha sido uno de los más pulcros dirigentes políticos de los últimos tiempos. Uno no sabe que es peor: si la manera quizás calculada de Petro de hacer la denuncia sobre clientelismo o la manera timorata como asumimos un tema tan delicado desde el sector de Gaviria. El resultado es claro: con este tema ganó Petro, pues le sacamos una diferencia de 150 votos en Bogotá y eso hay que llamarlo por su nombre; es decir, perdimos y no como dice un artículo de Voz[6] acríticamente que ganamos.
5. Quedó entre la militancia y simpatizantes la sensación del desprecio al debate con el adversario. Creo que fue una equivocación de los asesores de campaña le pidieran a una persona tan capaz como Carlos Gaviria que no debatiera públicamente con los otros candidatos de la consulta. Un hombre que irradia el político ideal –sabio y honesto- fue prisionero de ciertas “asesorías”, que dejaron la sensación de desprecio al debate, aspecto que fue aprovechado por los medios que presentaron tal decisión de manera tendenciosa y cizañera. Privaron –o se privó- de su más bella arma, que es la oratoria y el arte de la retórica en el buen sentido de la palabra.
Falsos argumentos para justificar los resultados
1. Comparar una elección con una consulta es falsear la realidad. Son muchos los comentarios indicando la baja votación y para ello se amparan en la anomalía colombiana donde en un mismo procedimiento se confunde una consulta con una elección general. Comparar censos para elecciones generales de 28.743.451 millones de personas habilitadas para votar con votaciones para consultas internas de 2´120.221[7] votos falsea la idea de consulta, envía un mensaje confuso, y alienta una sensación de fracaso, engordando a tres bandas el escepticismo de una población con altos porcentajes de apatía, da herramientas a los voceros del furibismo para decir que ese es el potencial de la oposición, y además da herramientas a los abstencionistas de marras que a estas alturas aun sueñan con la absurda idea de que a más abstención más pronto la insurrección. Es obvio que no se puede comparar una consulta en condiciones adversas que son afectadas por: no estar amarradas a las elecciones de parlamento o autoridades locales, la coyuntura política de interinidad con la sombra de la reelección impidió discusiones programáticas, el grueso de los grupos uribistas están a la espera que se resuelva la encrucijada en el alma del caudillo, los godos sin escrúpulos hicieron mutis por el foro y la consulta se hizo a pesar de la Registraduría. La desnaturalización del proceso de consulta, da herramientas al uribismo, pues si la consulta se hubiese hecho sobre el censo de inscritos en los partidos seguramente estaríamos hablando de un 80% de participación.
2. Es temerario e imprudente decir que en la consulta del PDA hubo votos de la derecha. Hay que cerrarle el paso con toda firmeza a los comentarios que no tienen fundamento alguno, y que en algunas ocasiones pasadas también han indicado que la insurgencia ha influido con votos en el PDA o de aquellos que hoy insinúan que en la reciente consulta grupos de extrema derecha colocaron votos a favor de Gustavo Petro. Nada más lejano de la realidad y de cualquier lógica elemental, pues las insurgencia colombiana es abstencionista y ve en el PDA y su participación electoral como un legitimador del sistema y, por otro lado la derecha colombiana ve como peligroso para sus intereses a Gustavo Petro por el duro trabajo de denuncia contra la parapolítica. Pero además de ser irrespetuosos con los compañeros del PDA que tienen el heroísmo civil de votar por el PDA en regiones como Córdoba, el Cauca o el Meta, y si se hace un elemental seguimiento a la votación del PDA en tales regiones, es claro el ascenso que allí hemos ido registrando. Es de vital importancia no hacerle eco a ese tipo de comentarios, que pueden tener consecuencias lamentables para la unidad, al tiempo que da argumentos a los enemigos del PDA.
Por ejemplo en el departamento de Córdoba la izquierda ha ido recuperando su votación desde el año 2002 después del genocidio contra la UP. En las campañas presidenciales se ve el avance, pues con Lucho Garzón sacamos 8.923[8] votos en el 2002 y con Carlos Gaviria sacamos 47.965 en el 2006[9]. Si miramos en detalle el desarrollo de la votación desde el 2002 para Senado, es clara la evolución y recomposición de las fuerzas y ello permite entender los resultados de la consulta. La trepada de Petro además de las alianzas intrapolo, hay que sumarles el desempeño frente a las víctimas del paramilitarismo en el departamento de Córdoba además del hecho, no menos importante en un país como Colombia, de ser nacido en Ciénaga de Oro.
Lo que arrojan los resultados
Para despejar dudas y poder avizorar la tendencia en el mediano plazo, considero importante examinar a luz de los números qué arrojan los resultados de la consulta interna. Lo cierto es que la consulta es una muestra, que como ya lo indique no se puede extrapolar para hacer las proyecciones en las elecciones generales, pero si sirve para ir examinando el comportamiento de los diferentes sectores hacía adentro. Teniendo en cuenta el siguiente cuadro, hago algunos comentarios:
Nota: En el gráfico hacen falta los departamentos de Arauca (la diferencia fue de 1.080 a favor de Gaviria) y Huila (109). En San Andrés es de 30. Los cuadros se construyeron con el 94% del escrutinio, lo que hace que se dé una pequeña diferencia con el último boletín.
· El compañero Carlos Gaviria obtuvo mayor votación en 8 departamentos donde el rango de la votación es de menos de 3.000 votos que a la hora de la suma total no alimenta significativamente el resultado total. Aunque en algunos la diferencia es importante, por ejemplo el Meta (584 votos), en general la diferencia es relativamente pequeña, de manera que el triunfo allí es más simbólico.
· En el rango entre 3.000 y 8.000 votos nos encontramos con departamentos como Boyacá donde en la práctica hay un empate, Caldas donde se registra porcentualmente una de las diferencias más amplias, Cauca donde también es significativa la diferencia al igual que Norte de Santander, Quindío donde prácticamente también hay un empate y el Tolima donde igualmente es significativa la diferencia.
· Sólo hubo cuatro departamentos con una votación superior a los 8.000 votos. Cundinamarca tiene una votación importante pero la diferencia es pequeña, Santander coloca una votación importante y una diferencia de 3.000 votos que tienen peso, Antioquia es el departamento que presenta la mejor votación porcentual y una diferencia de 11.000 votos que es bastante significativa para el resultado global. Bogotá que aporta una masa grande de la votación total, tiene el problema que en la práctica hay un empate con Gustavo Petro pues la diferencia de es apenas de 150 votos.
· En el departamento de Antioquia los resultados van de la mano con el hecho que de allí es Carlos Gaviria y se corresponden a las votaciones de Cámara de representantes, en Caldas se mantiene la tendencia positiva, pero un análisis serio requieren Bogotá, Cundinamarca, Valle y Risaralda, pues de mantenerse esa tendencia a la baja estarian en peligro algunas curules, particularmente las del PC.
De la misma manera, graficando la diferencia en votos por departamento, hago algunos comentarios donde Gustavo Petro sacó más votos que Carlos Gaviria. Veamos:
· Hubo cuatro departamentos donde Petro sacó una diferencia grande de votos: Valle -13.772-, Sucre -10.700- y Córdoba -10.000 y Cesar 8.204
· En tres departamentos se dio una diferencia mediana. 5.208, Atlántico con 4.320 y Magdalena con 3.849
· En resto de los 7 departamentos la diferencia fue inferior a los 1.600 votos siendo bastante parejos los resultados.
Vistas cosas así podemos concluir que: a) Petro ganó fundamentalmente con el apoyo de la costa, pues ganó en todos los departamentos. Allí sacó una diferencia de 34.349 votos. b) Haber empatado en Bogotá fue otro aspecto importante en la medida que se suponía que la capital sería favorable a Gaviria. c) Salvo el departamento del Cauca los resultados en el sur-occidente contribuyen de manera significativa a Petro, pues Valle, Nariño y Putumayo sacó una diferencia de 20.185 votos. c) En realidad podemos decir que la votación estuvo distribuida a lo largo y ancho del país y que los resultados indican que la disputa no se localizó en alguna región o departamento. d) de mantenerse esta tendencia habría una recomposición entre la bancada del PDA.
Lecciones y tareas
1. El galimatías de la defensa de la constitución de 1991. En realidad es bastante ininteligible el planteamiento de algunos herederos del M-19 y otras agrupaciones que dieron vía para avanzar a la Constitución de 1991, al fundamentar su discurso en una defensa a ultranza de la Carta, sin colocar acento en que en la Carta también están las bases del modelo aperturista. En el otro lado está el extremo que desconoce los asuntos de poder transitorio que de una u otra manera han sido herramientas para enriquecer la lucha social y política. Hoy el movimiento popular ha incorporado la lucha jurídica a mayor escala en defensa de sus derechos. Nada más lejano de la realidad que acusar al maestro Carlos Gaviria como un enemigo de la Constitución o que el compañero Gustavo Petro es un hombre del establecimiento. Considero que es necesario retomar sus bases programáticas, defender los aspectos progresistas de la Constitución y retomar la idea sobre la pertinencia de una ANC.
2. El error de elevar la táctica a principio. Las expresiones políticas que apoyaron al maestro Gaviria tienen en común haber transitado experiencias de frentes electores y leves experiencias unitarias[1] desde la década del 70; sin embargo, el ANAPO, el MOIR y el PCC, con algunos matices, llevamos al PDA a que aprobara en el Congreso que no habría alianzas antes de la primera vuelta. La posición del sector de Petro planteó la necesidad de crear un frente antiuribista tan grande que cabían hasta uribistas anti reeleccionistas. Los compañeros tienen otras experiencias como la Constituyente del 91, donde copresidieron la misma y vivieron una interesante experiencia; sin embargo, ambos sectores cerraron filas frente a un aspecto táctico que no lo resuelven fórmulas rígidas preestablecidas, sino la propia dinámica de los momentos. Aunque a Petro lo favoreció el equívoco de la mayoría del II Congreso, ello no significa que su postura fuese la correcta; ahora, de lo que se trata es de darle su justa dimensión de elemento táctico y hemos retomar los ejes gruesos programáticos para fortalecer el PDA. Más allá de la discusión de los cargos – que tiene su importancia-, la dirección del PDA debe concentrarse en analizar y elaborar líneas que permitan avanzar en un frente antiuribista que trascienda lo coyuntural y de verdad apunte a una democratización de la vida nacional.
3. No olvidar la experiencia y darle al PDA su verdadero sentido. Siempre tenemos que recordarnos a nosotros mismos que el PDA es una rica experiencia donde hemos confluido diversas tradiciones del movimiento revolucionario colombiano. La experiencia de la UP y de la AD-M-19 son distintas, las experiencias del FSP y del PDI tienen sus particularidades, pero la característica es que por primera vez hacemos parte del mismo proyecto, yendo más allá de los frentes electorales. Hoy es mucho más importante reconocernos en medio de la diferencia, entendiendo que la controversia sana enriquece el proyecto, y que la diatriba y la ofensa lo destruye. Es claro, mientras no haya un proceso de paz, que el PDA es el instrumento político para el pueblo colombiano y está demostrado por la experiencia del FMLN de El Salvador que los renegados terminan cargando maletas a la oligarquía o en el mejor de los casos fuera de la lucha política y la extrema izquierda como una anécdota.
4. Lo importante es el hecho político. Una vez más el PDA ha generado el hecho político de convocar cerca de medio millón de personas para elegir su candidato presidencial. Sin desconocer que la votación pudo haber sido un poco mejor, no debemos olvidar que actuamos en uno de los escenarios más adversos para la lucha política y hoy podemos de manera unitaria impulsar un programa a través de un candidato surgido del seno del Polo. Rápidamente nos posicionaremos como la alternativa más clara frente a Uribe y será claro que todas las fuerzas reaccionarias le intentarán cobrar a Petro no haber abandonado el Polo. Los que de manera maniquea lo ensalzaron en los medios oficiales, voltearan la boquilla de sus artículos acusándolo de lo que acusaban a Gaviria y en la lucha política se decantará el escenario para definir el momento y la calidad de las alianzas.
5. El deber ético de cuidar la Unidad. Es claro que ni a Petro lo puso la derecha ni que Carlos Gaviria es prisionero de la Ultraizquierda, de lo que se trató fue de una disputa alrededor de por dónde ha transitar el PDA, que sigue vigente. Es normal que en toda contienda se exageren aspectos no sustanciales, que en algunos casos se desconceptué al adversario, pero la hojarasca no nos puede impedir ver el fondo del asunto. Ahora hay que recoger y hacer una síntesis de ambas experiencias de campaña, sistematizar las diferencias y brindarle a la militancia del PDA las herramientas tanto ideológicas como organizativas para sacar a Colombia de esta situación oprobiosa. Le haría bien a la unidad del PDA y a la campaña electoral que Petro y el grueso de la bancada reconozcan el error de haber coparticipado en la elección del Procurador. Recordemos la unidad diluye las pequeñas ambiciones y engrandece los sueños colectivos.
Espero que estas notas contribuyan a la discusión y al fortalecimiento los cientos de militantes que trabajaron en la convocatoria a miles de colombianos a las plazas y recintos. Mis respetos al maestro Carlos Gaviria por su gran aporte a este proyecto colectivo. Nunca antes un dirigente político activo me había hecho leer tantos textos interesantes....no puede irse a la casa un hombre que convirtió los actos de campaña en conferencias magistrales.
Alfredo Holguín
Militante del Partido Comunista Colombiano PCC (PDA)
Responsable internacional de la Fundación Walter Benjamin
Tynset, Noruega oct. 3 de 2009
Balan_quiche@yahoo.es
[1] Vázquez, Álvaro. La unidad y la política de alianzas de la izquierda colombiana en Ellos son grises, nosotros el arco iris. Alfredo Holguín, Bogotá. 2007.
[1] En este tema dejamos casi solo al maestro Carlos Gaviria. Algunos sectores apoyamos formalmente la idea pero no salimos a agitar la propuesta. Ver Acerca de la Pertinencia de la Convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente. Publicado por el Colectivo Walter Benjamin. Bajado el 03.10.2009. URL: http://www.polodemocratico.net/Acerca-de-la-pertinencia-de-una
[2] Ver un extenso análisis en el texto: Entre las marchas del 4f y el 6m ¿qué lecciones saca la izquierda? Mimeo, Colectivo Walter Benjamin. Bogotá, abril de 2008.
[3] Hay que decir que los desarrollos del conflicto entre los dos países no ha hecho más chavista al PDA. Si se examinan los documentos emitidos por las diversas corrientes al interior del PDA, sólo un pequeño porcentaje de quienes acompañamos al maestro Gaviria compartimos los cambios actuales de Venezuela. El propio Gaviria en el marco del Foro Social Mundial en Venezuela indicó las inconveniencias de la reelección del presidente Chávez.
[4] En todo caso las declaraciones del presidente Hugo Chávez son de solidaridad y de cortesía política, y en ningún momento pretendió interferir en nuestros asuntos. Los revolucionarios venezolanos en estos 10 años ya saben la lección: la izquierda colombiana en todos sus matices es bastante compleja.
[5] Hay que recordar la posición correcta que tomó el compañero Jaime Caicedo en el Concejo Distrital cuando con el también concejal Carlos Vicente de Roux pidieron que “el personero debe retirarse hasta que aclare su situación”. Lamentablemente el grueso de la bancada no los acompaño, y este es otro de los temas que le ha hecho mucho daño a la imagen del PDA. Bajado el 03.10.2009. URL: ://concejaljaimecaycedo.blogspot.com/
[6] Semanario VOZ. EDICIÓN 2511 SEMANA DEL 30 DE SEPTIEMBRE AL 6 DE OCTUBRE DE 2009. Pág. 6
[7] El domingo 27 de septiembre hubo 2´120.221 votos distribuidos así: 1¨368.534 por el Partido Liberal Colombiano, 450.589 por el Polo Democrático Alternativo y 188.615 por el Movimiento Mira.
[8] La candidatura de Lucho Garzón se inscribió bajo una coalición – Frente Social y Político/Vía Alterna/UD/ANAPO/PSOC/ASI/PSD- que después sería el grueso del PDA.
[9] Ver http://www.registraduria.gov.co/
